En estos días tuve la oprtunidad de leer una historia sobre la gratitud y el aprecio ... que les deseo compartir en este espacio.
Un joven solicitó un puesto gerencial en una empresa de gran tamaño ... pasó la entrevista inicial y después tuvo una junta con el director general ... el director descubrió en la currícula que los logrós académicos del joven eran excelentes ... le preguntó .
Lograstes obtener becas en tu escuela ??? ... a lo que el joven le contesto ... no .
Entonces tu papá pagaba tus colegiaturas ??? ... mi papá fallecio cuando yo tenia un año ... fue mi madre la que me pago las colegiaturas ... respondio.
Dónde trabajaba tu madré ??? ... mi madre era lavandera ... el director pidió al joven que le mostrara sus manos ... el joven mostró un par de manos perfectamente suaves y lisas ... alguna vez ayudaste a tu madre a lavar la ropa ??? ... jamás ... mi madre siempre prefirió que yo estudiara y leyera ... además ... además ella lava la ropa más rápido que yo ... entonces ... el director le dijo ... te tengo un encargo ... cuando vayas hoy a casa ... limpia las manos de tu madre y ven mañana a verme.
El joven sentía que tenía gran oportunidad de obtener el empleo ... cuando volvió a su casa ... le pidió a su madre que le dejara limpiar sus manos ... su madre se extrañó ... le dio gusto ... pero con sentimientos encontrados mostró sus manos a su hijo ... lentamente ... el joven limpió las manos de su madre ... las lagrimas bañaron su rostro mientras lo hacía ... era la primera vez que las manos de su madre estaban my arrugadas y llenas de moretones ... algunos le dolían tanto ... que su madre hacía gestos de dolor cuando él las tocaba.
Esa fue la primera vez que el joven se dio cuenta de que esas manos diariamente lavaron ropa para que el pudiera ir a la escuela ... las heridas fueron el precio que ella pagó por la educación y futuro de su hijo ... al terminar de lavar las manos ... el joven silenciosamente lavó el resto de la ropa de su madre ... esa noche ... madre e hijo hablaron por un largo rato.
A la mañana siguiente ... el joven se presentó en la oficina del director ... el director notó las lágrímas en los ojos del joven cuando le preguntó ... podrías decirme qué aprendistes ayer en tu casa ??? ... el joven contesto ... limpié las manos de mi mamá y tambien termine de lavar la ropa de ella ... ahora ya sé lo que es el aprecio ... sin mi madre ... no sería el hombre que ahora soy ... al ayudarla ... aprendí lo difícil y duro que es tener tus propios logros y ahora aprecio la importancia y valor de ayudar a la familia.
El director le dijo ... esto es lo que busco en un gerente ... quiero reclutar a una persona que valore la ayuda de otros ... una persona que conozca el sufrimiento de los demás para lograr las cosas y que el dinero no sea el unico valor en su vida ... quedas contratado.
Lo más importante es que los hijos sepan valorizar los esfuerzos de sus padres ... que aprendan a ayudar a los que se crucen por sus caminos y sobre todo ... que siempre apoyen y protejan a sus familiares.-